«El don de piedad transforma nuestro corazón en un corazón de carne para relacionarnos con Dios como un Padre y con los demás como hermanos.
«Esto significa que podemos relacionarnos con Dios como papá en el que podemos confiar, que nos cuida, en el que podemos confiar, en el que podemos descansar.
Que nos llena de paciencia, bondad, cariño para relacionarnos con los demás, para acogerlos, comprenderlos y ponernos en su lugar.
Ven Espíritu Santo a transformar mi corazón.