En breve celebraremos el misterio de que todo un Dios se hace bebé para nuestra salvación, que viene como niño indefenso, signo de que, en parte, de nosotros depende poder disfrutarla.
En manos del hombre, de su madre y su padre estuvo el protegerle hasta su edad madura, de la misma forma hoy en tus manos está acoger, proteger y hacer crecer la fe en Jesús que transforma y salva.
Feliz Navidad os desea la Koinonía de Madrid